Crimen organizado

¿Qué ocurre con el narcotráfico en Uruguay luego de la detención de Luis Fernández Albín?

Luis Fernando Fernández Albín detenido.
Luis Fernando Fernández Albín detenido. 22 de noviembre de 2025

"Uruguay se aggiorna de a poco a las realidades actuales, para combatir un flagelo que no solo es la adicción a las drogas", reconoció Robert Parrado.

Esta semana fue detenido en Buenos Aires Luis Fernando Fernández Albín, que estaba requerido desde Uruguay por reiterados delitos de narcotráfico. Fernández Albín, de 37 años, estaba libre desde el 21 de junio y tiene nexos con el narco uruguayo Sebastián Marset, prófugo de la Justicia desde que obtuviera un pasaporte en el periodo pasado.

Según se presume, el detenido se habría dedicado al acopio de grandes cargamentos provenientes del exterior. Además, las autoridades le atribuyeron la responsabilidad intelectual del atentado al domicilio de la fiscal de Corte subrogante, Mónica Ferrero, ocurrido en setiembre.

El periodista Diego Martini, en su espacio Desde Adentro para Nada que Perder, recordó que Luis Fernández Albín lidera la banda de los Albín, en Cerro Norte de Montevideo, y cuenta con vínculos con un amplio prontuario delictivo.

Al detenido se le atribuyeron distintos cargamentos de droga que fueron incautados en Uruguay; uno de ellos fue el los 2.200 kilos de cocaína encontrados en Punta Espinillos, que serían enviados a alta mar, para contaminar cargamentos de buques y así ingresar la droga a otros continentes.

“Estas operaciones están vinculadas al narcotráfico y al lavado de activos. Seguimos en la senda de pegarle a las organizaciones criminales donde más les duele, en los bienes y el dinero”, declaró en rueda de prensa esta semana el ministro del Interior, Carlos Negro. En tal sentido, agregó que esas acciones “tienen las consecuencias que todos saben”, pero advirtió que “están dispuestos a enfrentarlas”.

Fernández Albín fue detenido en el barrio Flores en Buenos Aires, cercano a la Villa 1-1114, lugar donde, según contó Martini, se asientan grandes narcos del continente. A través de información que la DEA envío a autoridades uruguayas y una posterior investigación, se ejecutó la orden de captura y el narcotraficante fue detenido.

Robert Parrado, licenciado en Seguridad Pública y exintegrante del Ministerio del Interior, dijo a Martini que Uruguay “se aggiorna de a poco” a las realidades actuales, para combatir un “flagelo” que no solo es la adicción a las drogas y que afecta las estructuras de las democracias. “Cuerpos calcinados o desmembrados, cosas que parecían lejanas, hoy están pasando en Uruguay”, contó.

“Todavía estamos lejos de tener las condiciones para poder abordar todo esto. En Uruguay ya hay relevos y diferencias en algunas fincas o comunidades, donde los vehículos que tienen escapan a la realidad local”, señaló en referencia al crecimiento del capital de los narcotraficantes.

Parrado destacó que en Uruguay el narcotráfico avanzó desde los años 90 con un “proceso lento”. “De alguna manera, el narco empezó a crecer económicamente y eso tiene que ver con la imagen que tenían hacia afuera en su medio, como también el escalar en posiciones”, explicó.