Como la figura de “facilitador” no está clara en los acuerdos por los Consejos de Salario, hay situaciones en las cuales diferentes organizaciones que atienden refugios del Mides pagan distinto por la misma responsabilidad. Lo aseguró el vocero del Sindicato Único de Instituciones Gremiales y Afines (Sutiga), Diego Andrada.
La reestructuración y recorte de los equipos del Programa Calle del Mides, los que atienden a la población en situación de calle, genera tensiones con los trabajadores tercerizados. Desde abril fueron transformados 16 de los 33 centros nocturnos, que pasaron a atende las 24 horas.
Tras los primeros tres meses de cambios, Andrada explicó a La Diaria en nota publicada este jueves 8 que las organizaciones pagan diferente por la tarea de “facilitador” debido a que no está clara en la negociación colectiva por los Consejos de Salarios.
Incluso pagan por debajo del laudo, hasta un 30% menos.
Reorganización de centros nocturnos retiró técnicos, la explicación del Mides
Por otra parte, los refugios nocturnos del Programa Calle ya no cuentan con un equipo técnico y los de 24 horas tienen un referente técnico cada cinco refugios.
Pasaron a desempeñar tareas en un Centro de Asistencia Técnica cuyo rol, según explicó al mismo medio la directora nacional de Protección Social del Mides, Fernanda Auersperg, es el de hacer el monitoreo de los centros para atender personas en situación de calle para hacer las derivaciones a las distintas políticas de apoyo.
El objetivo fue despegar a los técnicos de la gestión de las cosas cotidianas de los centros para enfocarse en el seguimiento de las trayectorias de las personas, sintetizó a La Diaria.
Y enfatizó en utilizar la capacidad de autonomía de los usuarios de los refugios. “No es que los equipos técnicos desaparecieron, sino que se reformuló el sistema en función de que muchas veces veíamos que las personas quedaban cronificadas en los centros nocturnos y no lograban salir; era una respuesta ineficiente y parcial”, dijo.
Pero desde Sutiga insistieron en que el rol del facilitador no solamente tiene aspectos de coordinador de centros sino que, inevitablemente, también de educador social. Además, el integrante del sindicato Marcelo Bentos sostiene que los facilitadores no son necesariamente gente formada, por lo cual se desprofesionaliza la tarea.
La meta fue recortar gastos, consideró Bentos. Los técnicos fueron derivados a tareas burocráticas y perdieron el proceso “cuerpo a cuerpo” con el seguimiento en tiempo real de los procesos, agregó.