Durante los trabajos de mantenimiento de la red de alcantarillado, funcionarios municipales encontraron restos óseos cerca del Museo Oceanográfico, sobre la Rambla de Montevideo. Llamaron a las autoridades policiales quienes comenzaron con el análisis del hallazgo. El espacio albergó una morgue.
Este martes 12 fueron hallados estos restos óseos en las inmediaciones del Museo Oceanográfico, en el barrio del Buceo. La información de TV Ciudad indica que los obreros municipales efectuaban tareas de mantenimiento y al encontrar estos restos detuvieron sus actividades.
Trabaja la Policía Científica en el lugar. Los restos dispararon diversas hipótesis. Inclusive concurrieron al lugar el fiscal de Delitos de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe, y la antropóloga del Equipo Forense, Alicia Luziardo. Hasta el miércoles quedará la zona bajo custodia para saber si es zona de interés, adelantó el directivo de la INDDHH, Wylder Tayler a los medios de prensa.
Cabe recordar que el espacio es Museo desde el 27 de mayo de 1956, pero antes tenía otros usos.
Del Cabaret de la Muerte al Museo Oceanográfico
Su particular construcción data de 1910. En ese predio se ubicó la morgue del Cementerio del Buceo. Pero la instalación del nuevo edificio de la Facultad de Medicina, inaugurado ese mismo año, fue el comienzo del declive de esta morgue, que cayó en desuso.
Nadie quería el espacio y el predio quedó en abandono.
Pero en 1925, el dueño de varios cabarets de la Ciudad Vieja, Visconti Romano, pidió a los arquitectos Miguel Ángel Canale y José Mazzara que reconstruyan ese edificio como un “café morisco”. El sueño era que el café sea centro turístico de cara al Mundial de 1930 en Montevideo. De allí que la gente prefirió llamarlo "Cabaret de la Muerte".
No funcionó. Un homicidio en el año de su inauguración terminó de fundirlo, según relata Américo Cardozo. Así que cuatro años después, las autoridades municipales amplían y refaccionan la vieja morgue y la ceden al Servicio Oceanográfico y de Pesca. En 1940, cierra la estación oceanográfica y nace el museo oceanográfico.
En 1956 se constituye como el Museo Oceanográfico Dámaso Antonio Larrañaga, en memoria del primer científico en la historia del Uruguay.
Y en este 2024, el lugar vuelve a ser el centro de las miradas por este hallazgo que pone en el mismo punto el límite entre la vida y la muerte.