Francisco pidió en su testamento una tumba sencilla; será enterrado en la basílica de Santa María la Mayor.
El Vaticano publicó algunos términos del testamento del papa Francisco, que falleció en la madrugada del lunes a los 88 años. El documento firmado en 2022 incluye el lugar donde el sumo pontífice solicitó ser enterrado, la basílica de Santa María la Mayor, “precisamente en este antiguo santuario mariano donde fui a orar al inicio y al final de cada Viaje Apostólico”, como indica Francisco en el texto.
Francisco solicitó que el sepulcro esté ubicado “en el nicho de la nave lateral entre la Capilla Paulina y la Capilla Sforza de la citada Basílica Papal”. “El sepulcro debe estar en la tierra; sencillo, sin decoración particular y con la única inscripción: Franciscus”, indicó el papa en el testamento.
Será la primera vez que el velatorio de un sumo pontífice no incluirá un “catafalco”, una estructura en madera de varios pisos utilizada en velatorios de papas anteriores o reyes. El cambio forma parte del nuevo protocolo que Francisco dictó en 2024 que simplificó la ceremonia.
El papa falleció por un accidente cerebrovascular que le provocó un coma y un fallo cardiocirculatorio irreversible, informó la santa sede. Este problema de salud llega durante la recuperación de los graves problemas circulatorios que debió afrontar al inicio del año con un tratamiento de 38 días en el Sanatorio Gemelli de Roma. “El papa se apagó serenamente”, aseguró el diario La República, de Italia.
Jorge Mario Bergoglio fue ungido papa Francisco en 2013 para suceder a Benedicto XVI. Se convirtió en el primer papa latinoamericano y jesuita en la historia de la iglesia católica apostólica romana.
A partir de hoy se abre un período denominado “sede vacante” por el cual la administración del Vaticano pasa al “camarlengo”, el gestor de la ciudad religiosa. Actualmente es el cardenal estadounidense Kevin Joseph Farrel. El decano de los cardenales, Giovanni Battista Re, convocó a sus pares para constituir el Cónclave del Congreso Cardenalicio, la reunión de cardenales menores de 80 años que elegirá al próximo papa. Una vez reunidos en la Capilla Sixtina, comienza el proceso de elección que dura varios días hasta que la “fumata bianca” anuncia que hubo acuerdo para elegir sucesor.