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Desarrollo

No hay un plan de acción para el desarrollo industrial en Uruguay, señaló el presidente de la Cámara de Industrias

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Foto: Mauricio Zina / Adhoc fotos

El presidente de la Cámara de Industrias, Fernando Pache, expresó su preocupación por la falta de un plan de desarrollo industrial y señaló la ineficacia de la estrategia de inserción internacional del gobierno.

En una entrevista con el programa “Nada que perder” de M24, Pache destacó varios problemas que enfrenta la industria nacional, incluyendo el alto costo de los combustibles en comparación con la región, lo cual dificulta la competitividad. Además, señaló los desafíos relacionados con el atraso cambiario, los costos laborales y energéticos, así como las exigencias en materia de seguridad laboral que impactan desproporcionadamente en una economía más pequeña como la de Uruguay.

El titular de la Cámara de Industrias lamentó la ausencia de un plan de acción para el desarrollo industrial y criticó la falta de una política específica en este ámbito. Destacó que la industria uruguaya enfrenta obstáculos significativos en cuanto a los costos de exportación y los altos aranceles, así como la dificultad para negociar tratados de libre comercio con otros países debido a las dinámicas dentro del Mercosur.

“Lo he dicho, no hay un plan de acción para el desarrollo industrial. No ha habido una política específica para el desarrollo de un plan industrial. En este momento la Cámara de Industria de Uruguay ha elaborado un trabajo muy consciente de la situación general que se compone de unas 93 propuestas basadas o distribuidas en seis vectores de desarrollo industrial y que vamos a entregar a cada uno de los presidenciables”, precisó.

Indicó que “en los últimos 10 años, dos periodos de gobierno, hay 50 empresas aproximadamente que eran socias de la cámara, que han cerrado sus puertas, dejando afuera unos 6.000 empleados”.

También indicó que “lamentablemente no ha funcionado la estrategia” de inserción internacional del actual gobierno, sugiriendo que Uruguay debería enfocarse en acuerdos comerciales más específicos y menos ambiciosos, que puedan ser más factibles de concretar dadas las circunstancias regionales.