“Lo que antes era absolutamente excepcional, un niño herido de bala, hoy es más frecuente verlo. Es algo que nos preocupa muchísimo”. El director del Pereira Rossell, Álvaro Galiana, explicó que el incremento de este tipo de casos comenzó a exigir al sistema por sus requerimientos de camas de CTI, acompañamiento psiquiátrico y servicios de salud.
En diálogo con Canal 10, este miércoles 7, Galiana sostuvo que atender dos o tres casos de niños baleados en el centro sanitario era algo “excepcional”. Pero la realidad es que “siempre” tienen al menos uno al mes.
Los equipos de salud no están acostumbrados a este tipo de situaciones. Pero Galiana también dijo que estos casos no se diferencian con los de maltrato o abuso infantil, en términos de dificulta de la atención en salud.
Sobre el contexto en el cual ocurren estos problemas, Galiana dijo que son situaciones provenientes dentro y fuera del hogar, como el barrio.
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