El cantautor Mario Carrero habló sobre la importancia del arte como herramienta de denuncia social y su rol durante la dictadura en nuestro país. En una entrevista con el programa "Nada que Perder", Carrero expresó que cuando un artista es consciente de las injusticias y la pobreza que enfrenta su pueblo, no puede ignorar esa realidad en su obra.
Carrero reflexionó sobre su experiencia en los años de dictadura, cuando él y otros músicos uruguayos decidieron quedarse en el país para resistir a través de la canción. “Fuimos un grupo de artistas que decidimos quedarnos y cantar aquí, mientras la mayoría de nuestros referentes históricos estaban exiliados. Para la dictadura, el arte era una amenaza, algo que supuestamente estaba al servicio del comunismo internacional”, señaló, en referencia a la censura y represión que enfrentaban los artistas.
Durante esos años, las peñas y reuniones clandestinas se convirtieron en refugios para la resistencia cultural. Según Carrero, la dictadura intentó suprimir cualquier expresión de pensamiento crítico, pero la canción popular se mantuvo como un canal de comunicación. “Era un momento en que todo estaba prohibido y había que presentar letras y canciones para la aprobación del régimen. La canción en ese momento cumplió un papel fundamental, no fue un invento de los cantores, sino una respuesta popular”, explicó.
Carrero también habló sobre el rol del canto popular en la conciencia social y su evolución tras la restauración de la democracia. Destacó que, aunque los tiempos y las formas de censura han cambiado, el arte continúa siendo una herramienta poderosa para crear conciencia, a pesar de que ciertos espacios o festivales sigan excluyendo a algunos artistas por sus posiciones.
“La canción popular es una forma de expresar ideas, de transmitir experiencias, y en los momentos más difíciles fue una resistencia. El arte crea conciencia, y mientras haya injusticias, pobreza y causas por las que luchar, seguiremos cantándole a eso”, concluyó Carrero.