El país vecino posee el 60% de la selva amazónica y su gobierno busca con esta ley frenar el deterioro ambiental y proteger sus recursos naturales.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, presentó un proyecto de ley ante el Congreso que busca aumentar las penas por delitos ambientales, en respuesta a los devastadores incendios forestales que han afectado al país en los últimos meses.
El proyecto eleva las penas de prisión para quienes dañen las unidades de conservación, de entre uno y cinco años a un rango de tres a seis años. Además, establece que quienes provoquen incendios en bosques enfrentarán penas de tres a seis años, en lugar de los actuales dos a cuatro años.
El proyecto, que aún debe ser votado por el Poder Legislativo, también contempla un aumento en las penas previstas por prender fuego a la vegetación, que pasaría de un máximo de cuatro años a seis, y establece que el cumplimiento inicial de la condena sea en régimen penitenciario cerrado, lo que implica que estos delitos ya no serían excarcelables, como ocurre actualmente con penas de hasta tres años.
Durante el acto de firma del proyecto, el mandatario enfatizó que Brasil “demuestra que quienes cometan crímenes ambientales serán debidamente castigados”, subrayando la urgencia de la medida en el contexto de los incendios que han asolado la Amazonía.
Comunicaciones gubernamentales indicaron que la Policía Federal lleva 85 investigaciones para identificar casos de incendios intencionales.
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