Bajo la órbita de la Dirección Nacional de Apoyo al Liberado hay alrededor de 1.000 personas, según estimó Luis Parodi.
El director de la Dirección Nacional de Apoyo al Liberado (Dinali), Luis Parodi, celebró el pasaje de esta dependencia del Ministerio del Interior a la órbita del Ministerio de Desarrollo Social (Mides). Pero con el cambio "no alcanza", matizó. "La Dinali tiene que empezar a aportar soluciones a gente que está muy jodida", insistió en entrevista con Nada que perder.
Consultado por su balance de la gestión anterior, Parodi prefirió no emitir opinión. "Técnico que asume no habla del técnico que se fue", expresó en términos futbolísticos. Dijo que en infraestructura "hay lugares interesantes" y reconoció que existen "diferencias razonables" en cuanto a las orientaciones ideológicas. En ese sentido, consideró que las políticas de la Dinali han tenido un enfoque "parcializado", en algunos casos en el estudio, otros en el trabajo o en la salud. "El individuo no es solo trabajo", explicó.
Parodi dijo que en la sociedad aparecen dos posiciones con respecto a las personas liberadas que son "por lo menos rengas". Por un lado, están quienes piensan que "son tipos bárbaros" y otros que adhieren al discurso radical de "hay que matarlos". "Bueno, no, en el medio hay una persona que ha vivido situaciones jodidas", matizó. Y remarcó: "Esta gente es nuestra gente que está un poco más jodida que el resto". Por eso la Dinali, según Parodi, debe lograr "convencerlos" de que los circuitos democráticos son importantes.
Definió como "una aberración" que la Dinali estuviera bajo la órbita del Ministerio del Interior y celebró la decisión de integrarla al Ministerio de Desarrollo Social (Mides) en el gobierno anterior. "Eso fue un golazo", dijo, al tiempo que subrayó que con ese cambio "no alcanza". "La Dinali tiene que empezar a aportar soluciones a gente que está muy jodida", insistió. Parodi indicó, en esa dirección, que espera concretar la creación de un centro de investigación y datos propio para llevar adelante acciones con fundamento.
Bajo la órbita de la Dinali hay alrededor de 1.000 personas, según estima Parodi. Especificó que, de esa cantidad, unas 300 o 350 están llevando adelante pasantías en diferentes ámbitos laborales. Sobre esto último, señaló la importancia de vencer las resistencias que existen cuando se trata de integrar a estos ciudadanos. Hay que lograr "transformar" esa resistencia "en algo positivo" para lograr una mejor convivencia, subrayó.
Para Parodi, resulta primordial que la Dinali tenga un rumbo político y se haga cargo de los tiempos en que concreta sus acciones. "El trabajo fundamental es reencontrar a un ciudadano democrático que tenga circuitos sociales aceptables", señaló. "Mientras la democracia no resuelva eso no es plena".
En la Dinali existen planes con los que hay que seguir, puntualizó el director, como aquellos que estimulan los emprendimientos de forma individual o colectiva. También insistió en la importancia de ir más allá del trabajo para que haya una mayor participación de las personas liberadas en diferentes manifestaciones culturales, en coordinación con las organizaciones sociales pero con un liderazgo claro.