La Justicia declaró insolvente a Pablo Carrasco, exsocio de Conexión Ganadera y Hernandarias XIII. Es deudor de la última cuota de un arrendamiento de campo por 90.000 dólares.
El juez de Concurso Leonardo Méndez declaró los bienes personales de Pablo Carrasco como parte de los recursos disponibles para afrontar las obligaciones de Conexión Ganadera, empresa disuelta por la Justicia, y la firma subsidiaria Hernandarias XIII. De esta forma, el magistrado accedió este miércoles al pedido de tres arrendatarios de las segunda empresa, informó Eduardo Preve en su cuenta de X.
En febrero, Méndez dispuso el concurso necesario de ambas empresas y estableció un embargo de 250 millones de dólares contra Carrasco; su esposa, Ana Iewdiukow, y la esposa de Gustavo Basso, Daniela Cabra. Mientras avanza la vía civil, en el carril penal son investigados Carrasco y las cónyuges de los socios de estas empresas por estafa, apropiación indebida, lavado de activos y asociación para delinquir.
Según la denuncia de los afectados, la persona jurídica Hernandarias XIII no pagó la última cuota del arrendamiento de sus campos, unos 90.000 dólares. Además, el abogado de los arrendatarios, Fernando Vollono, argumentó que Carrasco asumió las obligaciones “a título personal”, según indican los contratos que firmó con sus clientes. El juez Méndez entiende que Carrasco es insolvente y, por tanto, avaló la solicitud de concurso.
En su columna La Tapadita de abril, Preve señaló a este caso como "la mayor estafa privada en la historia del país", con 4.200 ahorristas que perdieron 405 millones de dólares. Según información que maneja el fiscal antilavado Enrique Rodriguez, la empresa distribuyó 75 millones de pesos en los últimos cuatro años a los matrimonios Basso y Carrasco. En el mismo período, Conexión Ganadera perdió el 50% de sus activos, pero seguía pagando “muchas utilidades a sus dueños, con menor cantidad de ganado, menores arrendamientos y menores comisiones”, señaló Rodriguez.