Este miércoles, un ataque aéreo israelí impactó una escuela de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en el campo de Nuseirat, Gaza, dejando víctimas mortales. La escuela albergaba a miles de personas desplazadas y había sido designada como una zona segura en coordinación con las fuerzas de seguridad israelíes. Este es el quinto ataque en la misma ubicación en los últimos once meses, según informó el portavoz del Secretario General de la ONU, Stéphane Dujarric.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) está investigando si entre las víctimas se encuentran miembros del personal de la UNRWA.
Este incidente ocurre un día después de que el Secretario General de la ONU, António Guterres, condenara otro ataque aéreo israelí en Khan Younis, una zona designada como “humanitaria”, que dejó al menos 40 muertos y más de 60 heridos. Guterres también denunció el bloqueo de un convoy de la ONU destinado a llevar vacunas contra la polio a niños en Gaza, que fue retenido por las fuerzas israelíes durante siete horas.
A pesar de las dificultades, la campaña de vacunación continúa en Gaza, donde más de medio millón de niños ya han sido inmunizados, según la Organización Mundial de la Salud. Sin embargo, el sistema de atención sanitaria en la Franja sigue en crisis, con escasez crítica de medicamentos esenciales y vacunas.
En Cisjordania, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) también condenó el uso de tácticas y armas militares israelíes, tras la muerte de siete palestinos en un ataque aéreo en Tubas. Desde el 7 de octubre, al menos 652 palestinos han fallecido en Cisjordania, mientras que en Gaza, 25 personas murieron en ataques a lo largo de la noche del martes y el miércoles.