Delito en crecimiento

Infraestructura informática local presenta "vulnerabilidad alta" frente a aumento sostenido de ciberdelitos

Infraestructura informática local presenta "vulnerabilidad alta" frente a aumento sostenido de ciberdelitos
04 de octubre de 2025

Las estafas “cada vez son más complejas y sofisticadas”; la inteligencia artificial y las distintas tecnologías le brindan “nuevas dimensiones” a esta modalidad delictiva, aseguran desde el MI.

Según cifras presentadas por el Ministerio del Interior (MI), las estafas tuvieron una tasa de 870 denuncias por cada 100.000 habitantes en 2024 y fue un delito que tuvo un incremento exponencial en los últimos 10 años. En 2013, la tasa de denuncias por cada 100.000 habitantes era tan solo de 38,7.

El periodista Diego Martini para su espacio Desde Adentro de Nada que Perder, explicó que se trata de un delito tipificado en el artículo 347 del Código Penal y se establece a partir de una situación donde una persona obtiene un provecho “ilegítimo” mediante el engaño, causando un “perjuicio patrimonial” a otra persona.

Una de las particularidades de este fenómeno, según detalló Martini, es la diversidad de sus modalidades, ya que puede ocurrir mediante interacciones presenciales, como fraudes comerciales o eventos, o ser directamente ciber dependientes, como aquellas que son perpetradas a través de plataformas digitales.

El informe presentado por el MI da cuenta de un contexto internacional “proclive” a las estafas y habla del aumento del tipo delictivo ransomware, que se trata de un software malicioso que bloquea el acceso a archivos y datos de un sistema informático, bloqueando al usuario y exigiendo un rescate a cambio de dinero.

El ingeniero Gustavo Betarte señaló a Martini que la pandemia significó un “punto de quiebre importante”, que supuso aislamiento en cuanto a la adopción de tecnología, el trabajo remoto y la disposición de servicios a través de internet. “El ciberdelito ha tomado un peso importante a nivel internacional en este contexto, sobre todo en la falta de aseguramiento de las infraestructuras de informática y comunicación de nuestro país”, explicó.

A su vez, Betarte detalló que existen distintos tipos de atacantes y que se debe tener en cuenta que, una vez que una organización expone servicios y datos mediante un sitio web, lo que hace es “abrir las ventanas y las puertas de su casa” a “todo el mundo”.

Una de las cuestiones centrales de este delito, según explicaron distintos sociólogos de la Facultad de Ciencias Sociales a Martini, es que las víctimas no esperan ser estafadas mientras navegan en la web, algo que no ocurre cuando una persona transita por la calle, donde mantiene cierta alerta ante un posible hurto.

“La experiencia nos muestra que la vulnerabilidad de las infraestructuras informáticas de organizaciones y empresas de este país es alta”, remató Betarte.

En diálogo con Martini, el comisario Paulo Danilo Rocha, quien es referente en el área de ciberdelitos del MI, destacó que la suplantación de identidad juega un rol importante en este tipo de delitos. “Dentro del MI, la Unidad de Cibercrimen cuenta con distintas reparticiones, que se especializa en las distintas ramificaciones y modalidades que tienen las ciberestafas”, agregó.

Por último, Rocha dijo que las estafas “cada vez son más complejas y sofisticadas” y que la inteligencia artificial y las distintas tecnologías le brindan “nuevas dimensiones” a esta modalidad delictiva.