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El primer consejo de ministros del gobierno de Orsi y los compromisos asumidos según Bottinelli

El gobierno encabezado por Yamandú Orsi realizó su primer consejo de ministros hace unos 10 días y ahí se presentaron una serie de compromisos que de alguna forma trazan líneas de acción.
5 Programas prioritarios. 63 compromisos asumidos.
5 Programas asumidos: Desarrollo (16), Seguridad (14), Cohesión Social y Cuidados (13), Vivienda (7) e Infraestructura (13).
Más allá de los compromisos concretos, que también tienen heterogeneidad importante en su profundidad o también en cuanto a la especificidad de algunas medidas y generalidades de otras.
Y sin ir directamente a mencionar los 63 compromisos, sí podemos ver algunos aspectos centrales de lo que se plantea:
– Dentro del desarrollo productivo se puede ver uno de los énfasis puesto en la idea de un desarrollo productivo y un crecimiento económico con equidad. Al mismo tiempo de plantear por un lado el énfasis en ciencia, tecnología e innovación y por otro el rol del Estado y la articulación y fomento de la participación privada.
– Seguridad: plantea algunos compromisos de acción que dialogan entre lo que fueron los gobiernos del FA por un lado, lo que fue la segunda mitad del gobierno pasado y nuevos énfasis más fuertes, especialmente en lo vinculado a lavado de activos y crimen organizado y en lo que refiere al INR y el sistema carcelario.
– En Cohesión social y cuidados se puede ver una impronta importante hacia lo que se suponía sería el buque insignia del segundo gobierno de Vázquez, el Sistema Nacional de Cuidados, porque acá se pone en el propio título del programa, se va a deshacer la unión entre cuidados y discapacidad que llevó adelante el gobierno anterior… hay una búsqueda de una centralidad del sistema nacional de cuidados (obviamente resta ver si hay presupuesto para ese desarrollo). Pero también se dan una serie de compromisos que suponen un rol activo del Estado en temas de educación, salud, asignaciones familiares, etc. Y aparece otro punto que parece ser un foco, una impronta de Orsi, la articulación territorial con los gobiernos locales y las organizaciones sociales.
– Vivienda: se traza un plan de aumento de presupuesto para vivienda social y un foco en asentamientos. También aquí surge una necesidad presupuestal importante.
– Infraestructura y transición energética es otro lugar donde pone un foco importante en el tema de energías renovables, fomento del transporte colectivo eléctrico. Pero otro lado también una participación importante del Estado en obras públicas vinculados al manejo del agua y la construcción de Casupá.

Más allá de esta presentación, han surgido algunas críticas a los tiempos que el gobierno está demorando para tomar algunas definiciones y presentar cambios.
Hay algo que se vio durante la campaña electoral y que Orsi ha repetido en las últimas semanas, no hay que esperar cambios profundos o grandes anuncios.
En ese contexto lo que desde el Poder Ejecutivo se va buscando transmitir es una sensación de comienzo tranquilo, sin grandes ruidos, sin grandes anuncios y sin grandes apuros.
Quizás la señal más fuerte hasta ahora haya sido el revertir el decreto de reglamentación de la ley de medios.
Lo que sí sucede es que por un lado aparece una tensión de votantes y militantes que depositaron una esperanza fuerte de cambios medianamente profundos y rápidos, con la visión de quienes votaron al FA y a Orsi con una lógica de que no habría grandes transformaciones.
Y al mismo tiempo hay otra tensión temporal que el Poder Ejecutivo seguramente está tratando de administrar entre las expectativas y la realidad, entre la velocidad y los tiempos políticos.
A fin de agosto se debe presentar el Presupuesto Nacional y ahí habrá una enorme ventana de negociación interna del FA y con la oposición para llegar a acuerdos que permitan financiar muchos de estos compromisos asumidos.

Finalmene ¿qué impronta se puede visualizar en estos 63 compromisos asumidos por el gobierno?
Se puede ver una lógica bastante pragmática, sin grandes confrontaciones ideológicas verbales o incluso con alto contenido simbólico.
Sin embargo, sí se logra visualizar una fuerte impronta social atravesada por el rol del Estado (más allá de todas las menciones al rol del sector privado). El enfoque, los títulos elegidos para los programas, dan una impronta de foco en lo social, la cohesión (como término incluso), los cuidados y la descentralización.
Pero también atravesado por una búsqueda de contraste de estilos personales y enfoques con el gobierno anterior. Orsi ha optado, al menos hasta el momento, por no ser el portavoz de todas las cosas, Pacha Sánchez tiene un rol, los ministros tienen su lugar para anuncios, también para la discusión con senadores y diputados.
Pero también ese contraste se lleva a otros aspectos, por ejemplo sobre el rol del Estado desde el punto de vista discursivo y desde el punto de vista programático.
También en una lógica de cambio de época que se buscó en 2020 (que también se vio en 2005) y que no se aprecia en este 2025.
Y también en los matices que se visualizan en términos de herramientas institucionales utilizadas. El contraste mayor podríamos mencionarlo con la LUC vs. Diálogo.
El gobierno actual lleva apenas 5 semanas, pero se ven inicialmente algunos cambios y la búsqueda de equilibrios entre posibilidades de avanzar y administración de expectativas.