Faltan garantías ante la próxima adquisición de patrulleros navales a un astillero sin experiencia en el rubro y con varias interrogantes para una compra estratégica para el país que asciende a los 92 millones de dólares. La senadora Sandra Lazo planteó dudas con respecto a la seguridad de los marineros.
“Nos preocupan los dineros públicos y la soberanía del país, como seguramente preocupan a todos en esta comisión. Pero, además, nos preocupa la seguridad del capital humano, es decir, del personal. En caso de que se concrete la adquisición, a nuestro entender y por lo anteriormente expuesto a través de diferentes canales de información, esa seguridad no está siendo garantizada”.
Así se expresó la senadora frenteamplista Sandra Lazo, titular de la Comisión de Defensa del Senado, por la compra de los patrulleros navales que el Gobierno de Lacalle Pou solicitó al astillero Cardama.
Jaqueado por las dudas de la oposición, por integrantes del Tribunal de Cuentas e incluso por altas jerarquías de la propia Armada, dilata las definiciones finales. Incluso renunció el jefe del Estado Mayor de la Armada, el contralmirante Gustavo Musso.
Incluso se conoció que la capacidad de cumplimiento del astillero de Vigo es dudosa, porque un buque multipropósito para Senegal que solicitó en 2016 aún no fue entregado.
Los documentos sobre la licitación de los patrulleros navales son reservados por decisión oficial.
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