"La guerra siempre deja al mundo peor que antes, para todos es siempre una derrota dolorosa y trágica. Construir puentes y no muros era una exhortación que repetía con frecuencia el papa Francisco", sostuvo el cardenal encargado de conducir este sábado la liturgia exequial.
Alrededor de 250.000 personas y delegados de 130 países participaron este sábado 26 de abril en el funeral del papa Francisco, fallecido el lunes, en una ceremonia llevada a cabo en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
“Frente al estallido de tantas guerras en estos años, con horrores inhumanos e innumerables muertos y destrucciones, el papa Francisco no cesó de alzar su voz implorando la paz e invitando a la sensatez, a la negociación honesta para encontrar posibles soluciones", expresó el cardenal Giovanni Battista Re durante la homilía.
Battista subrayó la defensa que hizo Francisco de los migrantes y los refugiados. "Fue un papa en medio de la gente con el corazón abierto hacia todos" y prestó "especial atención" a "los últimos de la tierra, los marginados", señaló.
El ministro de Relaciones Exteriores, Mario Lubetkin, asistió en representación de Uruguay a la ceremonia que contó con la presencia, entre otros, del presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, y del mandatario estadounidense Donald Trump, cuyas políticas migratorias fueron criticadas por el pontífice fallecido a los 88 años.
"La guerra siempre deja al mundo peor que antes, para todos es siempre una derrota dolorosa y trágica. Construir puentes y no muros era una exhortación que repetía con frecuencia el papa Francisco", sostuvo el cardenal encargado de conducir la liturgia exequial.
Tras el funeral, el cuerpo del papa Francisco fue trasladado en un cortejo fúnebre hasta la basílica de Santa María La Mayor, donde eligió ser enterrado por ser devoto de la Virgen Salus Populi Romani.
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