crónica de un naufragio

Caso Cardama: el informe sobre el astillero español que la posicionaba como la peor opción

Foto: Mauricio Zina / adhocFOTOS
Foto: Mauricio Zina / adhocFOTOS 01 de noviembre de 2025

El informe fue realizado por el jefe del Estado Mayor General de la Armada, Gustavo Musso, quien luego renunció a su cargo.

En agosto de 2023, el jefe del Estado Mayor General de la Armada, Gustavo Musso, renunciaría a su cargo. Musso estuvo a cargo del análisis de las ofertas para la adquisición por parte del gobierno de los buques OPV. 

En mayo —dos meses antes del anuncio del entonces ministro Javier García de la adquisición de dos OPV “cero kilómetro, cero millas” al astillero español Cardama—, Musso había elaborado un informe sobre la compra.

Allí concluyó que la oferta peor evaluada fue la del astillero Cardama, la propuesta elegida por el gobierno.

Es decir, según el encargado del análisis de las ofertas para la adquisición de los buques OPV, Cardama era la opción menos conveniente.

Fuentes cercanas a quien fuera jefe del Estado Mayor General de la Armada explicaron a M24 que este proceso “se realizó con muy poco tiempo de anticipación”.

“La clave, cuando no conocés al oferente es ir a su propia fuente y qué es lo que el país dice de él”, aseguraron.

¿Qué pasaba con Cardama? En la web del Ministerio de Industria español, “Cardama figuraba sin un contrato nuevo en los últimos ocho años”.

Además, “los costos estaban entre un 20 y un 25% por debajo del promedio del mercado, y prometía un tiempo de construcción muy bajo considerando que nunca había construido algo así. Con un costo mucho más bajo que los que sí lo han hecho”.

¿Con quién competía? Cardama competía “con una oferta coreana, una europea y una sudamericana, todos gigantes en sus áreas, y de alguna manera tenían cierto rango de plazos de entrega y cierto rango de costos similar, que daban la pauta de lo que han construido”.

Las fuentes aseguraron que “la expertise de Cardama estaba mayormente asociada a la reparación, el mantenimiento de buques y la construcción de buques pequeños, pero no a este tipo de construcciones”. “Se terminó seleccionando al único candidato cuya actividad principal no era la construcción naval”, agregaron.

“Considerando todas estas cuestiones —que son de pública conocimiento—, igual se adjudicó a esta empresa un contrato de un importe casi 10 veces mayor a toda su facturación anual”, concluyeron.

Las fuentes sostienen que “hay recomendaciones que los organismos de control de compras públicas internacionales sugieren en estos casos”.

Por ejemplo, “monitorizar (o invalidar) aquellas ofertas significativamente inferiores (desde un 20%) al conjunto de los demás oferentes y comprobar que la actividad económica principal del oferente esté relacionada con el suministro del producto que oferta”, destacaron.

https://www.youtube.com/watch?v=OunQH_v6jmQ