Hasta el viernes 6 de setiembre. Ese es el plazo que el Ministerio de Defensa le otorgó al astillero español Cardama para que presente los 4 millones de dólares de garantía para continuar con el proceso de venta de los patrulleros navales. Abitab rechazó prestarle a la firma española este martes 3.
Era el 16 de diciembre de 2021 cuando el presidente Luis Lacalle Pou presentó la conferencia de prensa que informó la compra de dos buques de patrullaje oceánico para la Armada Nacional. Junto al entonces ministro de Defensa, anunció que la inversión rondaría los 100 millones de dólares.
Pasaron tres años y, entre dudas por el desarrollo de la licitación, ganó un astillero sin experiencia en barcos militares, Cardama. El desenlace podría terminar este viernes 6, día en el cual finalizará el plazo para que presente la “garantía de fiel cumplimento” correspondiente al 5% del total del contrato.
Pero uno de los últimos recursos de Cardama se cerró. Era un préstamo de la firma uruguaya Abitab cuyo directorio negó los recursos en reunión del martes 3.
Va un año de atraso desde el final de la licitación.
En un artículo publicado en un medio especializado en material de defensa, la crítica a Cardama y la definición del gobierno uruguayo concluyó así: “¿Cómo es posible que un astillero sin experiencia en el rubro específico, sin respaldo financiero, y que ya está retrasado un año en un proyecto que ni siquiera ha comenzado, siga siendo el elegido?”, pregunta el periodista especializado.
Asimismo, interroga si no posible que esto haya sido “deliberadamente diseñado para beneficiar a intereses ajenos, más que para servir a los mejores intereses de la defensa nacional uruguaya”.
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